Caravana de ciclistas acompañó el féretro de José Apolinar Zamora, uno de los deportistas asesinados cuando realizaba con su compañero un recorrido en bicicleta por Belalcázar, Cauca.
Los ciclistas que acostumbraban a salir en las travesías de Apolinar Zamora por las rutas colombianas, lo esperaron como él siempre esperó a quienes quedaban en la fila de deportistas para darles ánimo y hacerlos avanzar.
Para estos ciclistas es normal salirle al quite a los dueños de lo ajeno, pero repudian que quienes buscan la salud y superar sus metas queden arrojados entre la malesa sin ninguna compasión.
Desde la Escuela Nacional del Deporte partieron con uno de los cuerpos de los ciclistas que asesinaron en el Cauca, en una caravana fúnebre exigiendo más seguridad y respeto por la vida.
En el cementerio de Siloé donde yace el resto de su familia, fue recibido y despedido en calle de honor: pues el anhelo de “Polo” como le decían sus amigos, siempre fue abrir nuevas rutas para el ciclismo colombiano.
