La fecha del 7 octubre nuevamente partió la historia de la capital del Vallecaucana en un antes y un después.
Luego de la llegada de los 27 óleos y 34 dibujos del maestro Fernando Botero, quedó atrás el aparente letargo de los caleños para dar paso a los ojos abiertos y las mentes despiertas de centenares de personas que día a día llegaron hasta el Domo Museo de la Biblioteca Departamental para demostrar que en Cali si hay espacio para otras expresiones y para propuestas culturales.
Desde el 7 de octubre el Domo Museo se convirtió en el lugar común de niños, adolescentes, y adultos que cumplieron la cita diaria con el color de los trazos y los volúmenes y que sin importar edad, color o género, se encargaron de darle a este espacio en la Biblioteca Departamental, un sitio especial como opción cultural de la ciudad.
La obra trajo consigo además una nueva forma de compartir éxitos, gestiones positivas y realizaciones para que más allá de las celebraciones tradicionales se diera paso a estrategias encaminadas a brindar la posibilidad de compartir conocimiento y ampliar opciones para todos en una novedosa forma de responsabilidad social.
