La carpa que diariamente la protege del sol en su puesto de arepas fue la que hubo que reparar porque a Ana cristina la vendedora de arepas más conocida del municipio no sufrió ni un rasguño con la explosión.
Su puesto ubicado en el mismo punto hace 13 años, esta en la misma parte donde explotó la moto bomba, sus clientes dicen que a Cristina el dia del atentado la buscaban en los escombros.
Reconoce que fue un milagro de vida, y que por esto ya tiene un nuevo nombre al igual que sus arepas.
Ana cristina a diario extiende su carpa remendada que le recuerda el pasado 16 de enero que hubiera podido ser el ultimo día de su vida, pero no siente miedo señala que volverá a su lugar apenas terminen de reparar los locales.
Sólo espera vender muchas mas arepas explosivas como le llaman para tener una nueva carpa y mejorar su puesto.
