Según una investigación de la universidad de Ohio existe otro motivo para decirle no a la hamburguesa, la pizza y demás apetecidos antojos con exceso de grasa.
El estudio siguió estas prácticas alimenticias de 58 mujeres saludables enfrentadas a episodios de estrés. Los resultados, primero, arrojaron que cuando las damas buscaban un alimento reconfortante después de alguna alteración, rabia o preocupación: ese estado disminuía las habilidades del cuerpo para reducir las calorías.
Bajo estrés las mujeres metabolizaban las comidas con grasa más lentamente incidiendo en el aumento de las tallas.
El estudio también determinó que si el estrés es diario, las calorías pueden sumar 5 kilos por año.