El hospital piloto de Jamundí que atiende a 120.000 habitantes atraviesa una difícil situación que lo tiene al borde de la parálisis. El alcalde de Jamundí denunció al gerente Rodolgo Arguelles por las presuntas irregularidades que se vienen presentando desde hace varios meses.
Es tan difícil la situación que atraviesa el centro asistencial de nivel uno, que ya se han despedido a más de 60 personas sin razón justificada, y la falta de recursos económicos son evidentes.
Hoy ni siquiera tiene jabón para que el personal limpie sus manos o guantes para cubrirlas mientras atienden a los pacientes, una condición de sanidad mínima en todo centro de salud.
Por este caso el alcalde indicó que ya fue capturada una funcionaria.