«Inmunidad de rebaño se lograría con 90% de población vacunada»: Minsalud

La Inmunidad de Rebaño es una situación en la que suficientes individuos en una población adquieren inmunidad contra una infección. En caso de un brote, al aumentar el número de individuos inmunes, disminuye la probabilidad de contacto entre uno susceptible y uno infectado. Inmunidad de rebaño Rev

Inicialmente y con base en los estudios publicados, el valor estimado poblacional para inmunidad de rebaño para el caso del COVID-19, se estimaba alrededor del 70% (1–3). No obstante, en análisis más recientes, se ha planteado la posibilidad de que no sea posible alcanzar la inmunidad de rebaño o inmunidad colectiva para el caso de este virus
o que, de alcanzarse, se requiera un umbral mucho más alto al inicialmente proyectado, del 90% de la población inmunizada o más. A pesar de los esfuerzos la vacunación en todo el mundo, existen cinco razones por las
cuales la inmunidad de rebaño para el COVID-19 puede resultar imposible.

  • No se tiene certeza de que todas las vacunas prevengan la transmisión en el mismo grado. Las vacunas aprobadas hasta ahora son altamente eficaces para prevenir las enfermedades sintomáticas, los casos graves y la muerte por COVID-19, no obstante, aún no está claro si todas las vacunas protegen a las personas de infectarse o de transmitir el virus a otros, lo cual plantea un problema para la inmunidad colectiva.
  • La implementación de las estrategias de vacunación es desigual a escala global, asimismo, existen diferencias sustanciales en la eficiencia de la vacunación y en la distribución de las dosis entre los países y dentro de ellos. Mientras en Israel se inició la vacunación en diciembre de 2020 y a marzo de 2021 ya el 50% de su población estaba vacunada con esquemas completos, en países vecinos como Siria, Jordania y Egipto no se había alcanzado ni al 1% de la población.
  • La presencia de nuevas variantes del SARS-CoV-2 con comportamientos
    inmunológicos y epidemiológicos diferentes. Debido a los procesos de reproducción del virus, es natural que surjan nuevas variantes con potencialidad para ser más transmisibles e incluso, para llegar a ser resistentes a las vacunas. A este respecto, este parece ser ya el caso de la variante Delta, para la cual se ha encontrado una reducción de la efectividad para prevenir el contagio, aunque la efectividad para reducir formas graves parece mantenerse alta. También esta variante tiene un Ro entre 5 y 8, y, en consecuencia, el parámetro del umbral de rebaño podría ser mucho más alto al que se consideró inicialmente. Asimismo, es posible que emerjan nuevas variantes con potencialidad de mayor contagiosidad, evasión de la respuesta inmune o afectación de la efectividad de las vacunas.
  • La inmunidad puede no durar para siempre. Todavía no es clara la duración de la inmunidad natural posterior a la infección por SARS-CoV-2, también se desconoce cuánto dura la inmunidad basada en las vacunas, aunque la evidencia sugiere que esta inmunidad es potente y que puede durar al menos nueve meses. La incidencia de reinfecciones es relativamente baja y mucho más baja en recuperados que han sido vacunados dada la generación de inmunidad híbrida.
  • Las vacunas pueden cambiar el comportamiento humano. Es altamente probable que, al alcanzar altas tasas de vacunación, se incrementen las interacciones sociales, además, pueden presentarse cambios comportamentales relacionados con el uso del tapabocas y el distanciamiento físico, lo cual, unido a la desigualdad en la asignación y aplicación de las vacunas, puede representar un riesgo para la propagación y surgimiento de nuevas variantes.

Editor Noti5

Laura Donneys
   

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