Según las autoridades, esta estructura delincuencial, dedicada al microtráfico en los barrios Poblado II y Los Robles en la comuna 13 de Cali, infiltraba estupefacientes en paquetes de frituras que eran distribuidos en instituciones educativas de primera infancia, parques y espacios recreodeportivos.
” solían guardar los estupefacientes en contenedores de basura para que pasaran desapercibidos ante las autoridades, distribuyendo 75 mil dosis mensuales, con ganancias superiores a $30 millones de pesos.
A los capturados se les imputaron cargos por concierto para delinquir con fines de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes y uso de menores de edad.
