Una apuesta gastronómica convierte los aderezos en una combinación tropical con los mejores sabores ancestrales.

Una iniciativa nacida en Palmira, Valle, le apuesta a los sabores insignias de los frutos del pacífico colombiano convertidos en elíxires picantes, dulces y acompañamientos para las exquisiteces de la región. Una apuesta de tres emprendedores vallecaucanos que soñaban con dejar en alto, la tierra que los vio nacer. Poco a poco fueron hallando las recetas para crear productos a base de la uva Isabella, el mango, maracuyá, la leche de cabra o el borojó.

En la calle principal del barrio las Mercedes, en la villa de las palmas, está el lugar que recoge la ancestralidad, en combinaciones ricas en dulzor y acidez. Sustraen su materia prima directamente del campesinado de la región, donde se conocen historias conmovedoras que cambian la vida de los agricultores. Además de aportar en el empleo local, trabajando de la mano con mujeres cabeza de hogar.

Su apuesta es incursionar en el extranjero con las bebidas fermentadas, mermeladas y salsas, para expandir sus habilidades culinarias y los frutos que sólo el sur occidente de Colombia logra cosechar.

Por su aporte económico en la región, innovando en los sabores tropicales y frescos del pacífico, a ellos les decimos…

Buena Esa Vallecaucano

 

   

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