500 toneladas de tierra y roca fueron las que trajo consigo el alud de tierra que cayó sobre una vivienda ubicada en la vereda La Esperanza en zona rural de Palmira y en la que se encontraban varias personas que resultaron afectadas, tres de ellas muertas y un más herida.
El desprendimiento de tierra arrastró una vivienda con sus ocupantes en la vereda La Esperanza, zona rural de Palmira. 40 unidades del Cuerpo de Bomberos y cuatro máquinas trabajan en la emergencia.
Tres personas muertas y una más herida es el saldo trágico que dejó un alud de tierra registrado esta mañana en zona rural de Palmira, cuando cerca de 500 toneladas de tierra y roca cayeron sobre una vivienda donde habían varias personas dedicadas a las labores del campo desayunando.
Sin embargo, se cree que el número de víctimas podría ser mayor, según indicaron los organismos de socorro que aún se encuentran trabajando en la vereda La Esperanza.
De acuerdo con el Comandante del Cuerpo de Bomberos de Palmira, capitán William Moya, hacia las 8:30 de la mañana se presentó un desprendimiento de tierra que arrastró con una vivienda, a unos 17 kilómetros del casco urbano de Palmira, donde solían reunirse labriegos y campesinos del sector a comer.
Al parecer, inicialmente hubo un pequeño desprendimiento de tierra y a los pocos minutos se registró el derrumbe más grande lo que no habría dado tiempo a sus ocupantes a salir del inmueble.
Solo el propietario de la misma, Eugenio Jiménez, de 60 años, fue rescatado con vida y trasladado a la clínica Palma Real donde es atendido por los médicos del centro asistencial.
Sin embargo, y luego de más de tres horas de labores de remoción de tierra, el capitán Moya confirmó que se han rescatado dos cadáveres de dos jóvenes de 21 y 25 años aproximadamente y se ha avizorado uno más en el río Amaime.
El oficial dijo también que se supone habrían más víctimas, pero señaló que hasta tanto se termine de remover la tierra no se podría establecer si esto es verdad.
Dijo también que se trata de un derrumbe de aproximadamente unas 500 toneladas, pero que la mayor dificultad son las rocas de gran tamaño que se han desprendido llegando hasta el lecho del río Amaime.
“La zona ya fue aislada y estamos trabajando con ayuda del Ejército para limpiar la zona afectada. Esta es una zona muy riesgosa, porque está en medio del cañón del río, por eso no estamos permitiendo el acceso de los campesinos”, explicó el oficial.
En este momento, hay unos 40 bomberos en la zona trabajando para rescatar a los afectados.