Lo que empezó como una historia de amor entre dos jóvenes en su paso escolar, culminó en polémica luego de que la rectora de la institución educativa a la que asistían advirtiera que las muestras de afecto público y los noviazgos eran prohibidas en el manual de convivencia de la institución.
Meses más tarde, la joven quedó en embarazo, e intentó realizar la inscripción a la matrícula. La cual fue negada por la rectora.
La menor presentó una tutela, y el alto tribunal determinó que prohibir los noviazgos o las muestras de afecto, atenta contra los derechos fundamentales de los estudiantes.
Con decisiones como esta, se vislumbra que las normas deben ser acordes a la realidad de los jóvenes de hoy, sin infringir los manuales de convivencia.