Por momentos los estudiantes del colegio Francisco José Lloreda se tomaron la vía al mar a la entrada del corregimiento el Saladito asegurando que al no ser escuchados les tocó alzar la voz.
Por la humedad propia de la zona los techos de la sala de sistemas, los laboratorios y en general de las aulas se están desprendiendo causando riesgos en la comunidad educativa.
550 estudiantes alberga esta institución edificada desde el 2003 pero la Secretaría de Educación responde que deben acudir a otros recursos.
Además de la infraestructura y los daños sanitarios como el desabastecimiento de agua potable, los estudiantes y padres de familia también reclaman su transporte.
Aseguran que la zona rural no tiene prioridad en presupuesto para ninguna Alcaldía.
Fotografía cortesía Diario ADN