La Organización Mundial de la Salud decretó una emergencia de salud pública de alcance mundial por el brote de ébola que actualmente se propaga en la región de áfrica occidental.
La epidemia de ébola, que ha dejado desde principios de año más de 1.000 muertos entre los más de 1.700 presuntos casos detectados, es la más importante y la más severa en cuatro décadas.
El virus Ébola se transmite por contacto directo con sangre, líquidos biológicos o tejidos de personas o animales infectados y provoca una fiebre caracterizada por hemorragias, vómitos y diarreas. Su índice de mortalidad varía entre un 25 y un 90%.
El control y la prevención del virus que lleva su nombre por el rio ebola ubicado geográficamente en Zaire se basan en controlar la infección en animales, disminuir el riesgo de la infección humana y prevenir la infección en los centros de salud.
El comité de la OMS recomienda restricciones de viajes de las personas contaminadas por el virus ébola así como la necesidad de efectuar dos análisis de sangre, con 48 horas de intervalo, en las personas susceptibles de ser portadoras del virus y que vayan a viajar.