Una invasión de termitas hizo que 360 niños se repartieran por diferentes instituciones para no detener sus clases en el barrio Santander al norte de Cali.
Con una inversión de más de 3 mil millones entre 2 empresas privadas, el ministerio y la Secretaria de Educación, la institución de 80 años fue demolida y reconstruida.
La nueva infraestructura es un respiro ante las incomodidades que vivieron.
La nueva institución cumple los nuevos requisitos de ley, entre ellos infraestructura para estudiantes con discapacidad.