Golpeados por la violencia, los hermanos Gamba tuvieron que dejar su municipio en Risaralda para poder buscar nuevas oportunidades de vida en la capital caleña. Desde muy jóvenes se dedicaron a vender obleas en las calles junto a su padre para poder sobrevivir.
Con el tiempo las obleas que eran hechas por su madre se convirtieron en un producto importante para diferentes panaderías y almacenes de cadena. Esa empresa donde solo trabajaban ellos, se fue expandiendo hasta tener varios empleados. La mayoría, madres cabeza de hogar que han tenido que dejar sus pueblos para buscar una mejor oportunidad de vida.
Los hermanos Gamba se han dedicado a vender barquillos con diferentes presentaciones y obleas de diferentes colores. Gracias a su innovación y a sus ingredientes saludables, los productos ya se encuentran a nivel nacional e internacional como Nueva York, Miami, Canadá, Bolivia y Ecuador.
Ahora los hermanos Gamba esperan continuar con esta tradición que ya lleva más de 55 años deleitando a los caleños.
Por su dedicación, innovación y perseverancia, Buena Esa Vallecaucano.
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Editor Noti5
