Reina Isabel II de Inglaterra fallece a los 96 años

La bandera británica ondea a media asta en el palacio de Buckingham , a los 96 años, su majestad la reina Isabel II falleció según lo informó la familia real este jueves.

Luego de conocerse el parte médico que manifestaba la preocupación por el estado de salud y la solicitud para que fuera puesta bajo supervisión en su castillo escocés de Balmoral, los miembros más cercanos a la reina cancelaron sus agendas y comenzaron a llegar para acompañarla.

“el puente de Londres ha caído”  es el código clave con el cual se reveló la muerte de Isabel II, un protocolo diseñado hace más de 50 años para definir el proceder de los diversos funcionarios públicos ante la noticia.

Pese a sus quebrantos de salud, tan sólo hace tres días la monarca recibió en su residencia de verano en escocia a Lizz Truss para formalizar su nuevo cargo como primera ministra, allí le pidió formar una nueva administración, Truss aceptó y fue nombrada también primer lord del tesoro.  Esta audiencia fue su última aparición.

70 años en el trono, el reinado más largo de la historia británica, fue heredado de su padre en 1952 cuando ella tenía 25 años. Ha visto pasar 15 primeros ministros desde Winston Churchill, 14 presidentes de estados unidos y 6 sumos pontífices.

Cuenta la historia que no nació para ser reina, su padre accedió al trono después de la abdicación inesperada de su hermano, pero se convirtió en la soberana más reconocible y más fotografiada del mundo, de hecho la única que ha conocido casi la totalidad de la población del Reino Unido.

Lilibet, como le decía su padre, el rey Jorge VI, nació el 21 de abril de 1926 en Londres y fue preparada por los mejores tutores de Inglaterra en su época. Historia constitucional, leyes y literatura fueron los cursos en los que se destacó y que fueron clave en su formación, esa que la llevaría a ser figura principal del Reino Unido y otras 54 naciones ante el mundo.

Escocia, Gales e Irlanda del Norte que conforman el Reino Unido así como Australia, Nueva Zelanda,  Canadá y los miembros de Commonwealth, son territorios donde Isabel también era la monarca. Fue orgullo para los británicos y símbolo por excelencia de la realeza para el mundo.

Su imagen intachable y el cabal cumplimiento de su deber como reina, hicieron que Isabel II lograra salir airosa de los problemas y escándalos que rodearon a varios miembros de su familia.

De un carácter que la hizo única, se enroló en el servicio territorial auxiliar, donde aprendió a conducir y reparar camiones.

Decidió que su coronación fuera televisada, un hecho inédito, con el que cambió la percepción pública de la monarquía. Le dio relevancia en materia política a las mujeres, convirtiéndolas en voces importantes. Viajó al menos 42 veces alrededor del mundo promoviendo la importancia y la fuerza de la corona británica.

Presidió  más de 600 obras benéficas,  cubriendo áreas como las artes y la cultura, el sector de salud, el financiamiento para la ciencia y la tecnología y múltiples causas que apoyan la preservación del ambiente y la vida silvestre.

Se casó con Felipe de Edimburgo el 20 de noviembre de 1947 su primer hijo, el príncipe Carlos, nació en 1948, y dos años después llegó la princesa Ana. Andrés y Eduardo nacieron en 1960 y 1964, respectivamente. En abril de 2021, sufrió una de sus pérdidas más dolorosas: la muerte de su esposo,  el hombre con el que estuvo casada 73 años.

Ahora se ultiman los detalles del funeral que tendrá lugar en 10 días. La ceremonia se oficiará en la Abadía de Westminster en Londres. Posteriormente, el cuerpo será trasladado a la capilla de san Jorge en el castillo de Windsor, donde será enterrada junto a su padre y su esposo.

Tras la muerte de la reina Isabel II, su primogénito se convierte en el rey Carlos III.

   

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